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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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12-03-2016

 

 

Las elecciones del BPS

 

 

SURda

Fernando Moyano

 



No votamos a nadie para integrar el directorio  del BPS ” dice un documento reciente de la Tendencia Clasista y Combativa (TCC) ( A propósito de las elecciones de los directores sociales...)

Yo tampoco. Pero no comparto el planteo central de ese documento, aunque sí muchas ideas del mismo.

Ese documento formula la pregunta “ ¿Necesitamos representantes de los explotados en los organismos del estado? ”, y contesta negativamente en base a estos argumentos.

  • Con participación de representantes de trabajadores activos y jubilados no se “pudo impedir el retroceso más importante que sufrió el sistema de seguridad social en el siglo xx: la implantación del sistema de aseguradoras privadas”, y lo mismo vale respecto de muchos otros avances de la reacción y “otros organismos del estado donde después también se habilitó la presencia de representantes de los trabajadores (INEFOP, FONASA) ”.
  • Utilizar esos organismos como aprendizaje de gestión por parte de los trabajadores, es rechazado porque “la mayor parte de la gestión (el funcionamiento cotidiano) lo realizan los trabajadores desde siempre y nadie más que los trabajadores tienen la capacidad para hacerlo. La parte minoritaria de la gestión que los trabajadores hoy no hacen (las decisiones políticas) no requieren un aprendizaje especial” .
  • Estar en en minoría en esos organismos hace de la presencia de nuestros representantes una “ posición puramente testimonial ”. (Esto me suscita alguna reflexión derivada que luego mencionaré).
  • Y en definitiva “No es posible avanzar hacia la sociedad sin explotación si no superamos este sindicalismo burocrático y conciliador, pero sobre todo adherido al estado” .
Antes que nada necesito decir un par de cosas a título personal.

Primero, la TCC no me es ajena. He participado en ella durante años, desde el comenzar de su estructuración actual. No fue sin problemas, pero  no viene al caso. En la última etapa, yo intervenía y hacían cola para contestar. No daba.

Tal vez piensen: problema mío . Sí, si en ese tiempo hubiese visto a la TCC no digo ya crecer, al menos mantenerse. No fui el único para el que no daba. Mal de muchos, da para preocuparse. Mientras un flujo permanente de militantes se iba retirando de la TCC, hice un esfuerzo, esfuerzo inútil, dentro de la TCC.

Lo otro es una anécdota de mi adolescencia, y la tomo como punto de partida para una recapitulación. Un grupo de estudiantes íbamos todos los años al acto del primero de Mayo en Agraciada, hoy Libertador. Después volvíamos caminando por 18, y pasábamos por Plaza de los 33. Encontrábamos un pequeño acto anarquista de dos o tres decenas de viejos militantes. Un día, cuando pasábamos, decía el orador.

- ... porque en esos tiempos la mayoría de los obreros eran anarquistas, solo unos pocos eran socialistas...
- ¿Y por qué ahora es al revés, y ustedes son un grupito y la gran mayoría de los obreros están en el otro acto?
- le contestó sin mucho respeto uno de nuestros compañeros.

Ahora, este documento de la TCC nos da una explicación conceptual de ese proceso histórico, a partir del modelo de acumulación capitalista de los tiempos del “segundo batllismo”.

“.. . una nueva modalidad socio-político integradora, enmarcado en lo que se denominó 'estado de bienestar', y finalmente el declive de las corrientes sindicales autónomas y anti-estatistas; determinaron que la mayoría del sindicalismo perdiera los rasgos anti sistémicos que lo caracterizaron desde su fundación y se integrara al sistema... “ [un ] “sindicalismo institucional”  “ideas de que los trabajadores deberían intervenir en los organismos estatales, para controlar al sistema político...

Creo que esa explicación contiene PARTE de la verdad, pero no TODA la verdad.  Obviamente el “Estado de Bienestar” es una forma de dominio de la burguesía, y tuvo su impacto sobre los estilos de sindicalismo, pero no es solamente eso; por algo ocurre ese impacto, por algo ese estilo sindical encuentra escucha en la clase trabajadora, y algo le ofrece.

Y lo más importante: Una corriente que parte del concepto de autonomía , ¿por qué no logra una orientación autónoma de la clase? Si sólo existe el poder burgués y sus servidores, ¿qué sentido tiene hablar de “autonomía”? ¿Es posible una política autónoma? Si es posible, entonces ¿hubo en este fenómeno una factor que vino de las corrientes sindicales autónomas y anti-estatistas, fueron responsables de su declive por falta de capacidad de renovación y de adecuación a la nueva realidad, aferrarse a esquemas perimidos, negarse a cambiar, dogmatismo, sectarismo ?

A mí no me cabe duda que así fue, como no me cabe duda que el Estado de Bienestar es un estilo particular de la dominación burguesa.

Pero vengamos al presente. Decimos que el gobierno frenteamplista es en cierta forma un nuevo estilo de batllismo. El alcance concreto de ese “en cierta forma” está en discusión.

Pero entonces:  “ el declive de las corrientes sindicales autónomas y anti-estatistas ”, que sería en este caso el declive de la TCC, si la TCC se considera a sí misma eso (cerrando así la discusión que nunca se dio por completo sobre qué debería ser HOY una corriente sindical de alternativa , comenzada y nunca resuelta en la “Tendencia” actual), ¿no será que los compañeros están reproduciendo el declive de los que consideran sus antecesores, sin haber terminado de comprender aquel declive viejo y sin que hayamos tenido en este presente tampoco nuestros propios años de esplendor antes del “declive”?

Es falso que el declive de las corrientes autónomas previas al segundo batllismo haya liquidado las posibilidades de un sindicalismo clasista y combativo. Al final del ciclo, cuando el segundo batllismo tuvo a su vez su “declive”, surgió con enorme fuerza el sindicalismo combativo de los '60, que fue un sindicalismo combativo PLURAL y no monocorde. Ese sindicalismo combativo (del cual nuestro grupo estudiantil fue testigo y partícipe desde en inicio) pasó por el acto central de Agraciada , el acto testimonial de los viejos anarquistas en Plaza de los 33 no tuvo ningún  papel. Los compañeros cuentan hoy la historia del sindicalismo de una manera en que se ven a sí mismos en una sola línea de descendencia, y se liberan así de su responsabilidad en el propio declive de la TCC. ¿Por qué cuestionar que la presencia de los directores sociales del BPS pueda ser “ puramente testimonial ” si la TCC tiene una presencia testimonial ?

Salteando todo eso, los compañeros se concentran en el problema de los directores sociales del BPS: “En la década del '90 y en medio de una profundización neoliberal en la región se eligieron por primera vez los directores sociales en el Banco... la elección de los directores sociales del BPS, buscaba atemperar las críticas del movimiento sindical hacia el brutal ataque a la seguridad social que se estaba preparando”.

Y con eso, y los argumentos que mencioné al principio de la nota, cierran el problema. Es una línea argumental de dos patas.

  • La falta de eficacia de la participación. Es un argumento muy usado cuando se quiere cuestionar una determinada metodología, pero que solamente tiene sentido cuando junto con esto se propone una metodología alternativa que sea a su vez eficaz , aspecto que suelen pasar por alto la mayor parte de los que usan este argumento, en cualquier discusión.  Como en este caso.
  • El argumento doctrinario . Los compañeros “deducen” su posición en el caso concreto a partir de su concepción general contraria al “sindicalismo burocrático y conciliador, pero sobre todo adherido al estado” . Si estamos contra el estado no podemos participar en organismos del estado.
¿Por qué no hacemos al revés? ¿Por qué no empezamos por ver los hechos concretos de la lucha de clases, los problemas actuales de la clase trabajadora, su capacidad de lucha, sus incapacidades, lo que necesita para superarlas, las herramientas que puede usar, las limitaciones y problemas de cada herramienta, las alternativas a cada una de ellas?

Tomando los hechos todos y no sólo los que nos parece que confirman nuestra teoría previa descartando los otros. Después, si discutimos las cosas correctamente, si juntamos una coyuntura, y otra y otra y otra, si tenemos la apertura mental como para volver de nuevo sobre el problema cuando los nuevos hechos confirman o no lo que teníamos definido, acumulando, con suerte y viento a favor podemos tal vez CONFIRMAR la teoría que ponemos a prueba, o CORREGIRLA , o DESCARTARLA . Y si la confirmamos será siempre en forma relativa y sujeta a revisión, será ir confirmando e ir corrigiendo al mismo tiempo de acuerdo a los nuevos hechos. Ese el valor de la teoría, porque siempre es aquello de la teoría es gris, pero es eternamente verde el árbol de la vida.

Una "minoría" de las decisiones, nos dicen, son las decisiones políticas en los que los trabajadores no participan, participan en todas las otras (como funcionarios ejecutores y personal subalterno) que son la instrumentación de esa "minoría" de decisiones. La instrumentación de otra política opuesta no ofrecería ningún problema, y a su vez para la política no se necesita preparación alguna, o sea: la clase en sí no necesita "un aprendizaje especial", no necesita -por tanto- educación ni auto-educación política. Eso, en definitiva, nos dicen.

Vamos a este caso concreto, primero voy a hacer una serie de preguntas, y el intento de responderlas lo dejo para otra nota.
Los trabajadores de este país ¿deben trabajar en negro o deben reclamar estar inscriptos en el BPS? ¿Deben vigilar esa situación o deben desentenderse del problema? ¿Deben defender su situación como afiliados al BPS? ¿Deben defender la permanencia en el BPS en contra de las AFAPS, deben reclamar el cese de las AFAPS, o da lo mismo una cosa que la otra? ¿Deben vigilar que las patronales vuelquen los aportes de los trabajadores a esa institución del estado, o no? ¿Deben defender las instituciones estatales de servicio médico o da lo mismo que sean privadas, o acaso “mutuales”? ¿Deben permitir el cierre del Canzani? ¿Deben controlar las inspecciones que los funcionarios del BPS le hacen a las empresas privadas o no tienen que meterse?

Los trabajadores luego se jubilan, con el dinero que ellos aportaron. ¿Tienen que dejar que el estado gestione a su manera esa prestación? ¿No se puede hacer NADA fuera del objetivo finalista?

Vamos a plantearlo con más amplitud. ¿Tienen los trabajadores que abstenerse de participar en la negociación de salarios, o deben aceptar la negociación con los patrones pero no con el estado? ¿Deben denunciar los incumplimientos y violaciones ante el Ministerio de Trabajo, o no? ¿Deben recurrir a la Justicia?

O más aun. ¿Fue un error luchar por la participación de estudiantes, egresados y docentes en el gobierno de la universidad estatal? ¿Qué pasa con la enseñanza primaria, media, técnica, y formación docente? ¿Hay que tener allí representantes de los trabajadores?

El problema de una posición doctrinaria, CUALQUIERA SEA, es que intenta resolver todo con el método deductivo a partir de UNA ABSTRACCIÓN. Aquí organismos del estadoes una abstracción, y a partir de allí se condena cualquier cosa que sea participación en el estado.

ESO ES EL FETICHISMO DEL ESTADO PUESTO AL REVÉS, PERO ES EL MISMO FETICHOSMO.


Lo que necesitamos acá es una discusión concreta del problema concreto. En las condiciones actuales de nuestra clase, en el actual grado de desarrollo de la conciencia de clase, de las reivindicaciones, metas y objetivos que están a la orden del día ¿qué herramientas políticas pueden usarse, por qué sí o por qué no, teniendo en cuenta que TODAS las herramientas son siempre para buscar un efecto y en una situación?

Lo más notable de este tema es que las elecciones de los directores sociales del BPS son una instancia política que podríamos usar con una enorme capacidad de auto-educación política de la clase. Son unas "elecciones internas" de la clase, incluyendo al delegado por las empresas porque la enorme mayoría de las "empresas" son monotributos, en realidad trabajadores en relación salarial encubierta para que un puñado de empresas capitalistas puedan defraudar al BPS, y a los trabajadores.

Mientras exista ley del valor existirá el dinero, trabajadores retirados hubo antes del dinero y los habrá después, y los trabajadores retirados viven por el aporte de los activos, de una manera u otra. Aquí tenemos una simplificación notable de ese problema complejo de la "sociedad futura". Mientras exista el dinero habrá una entidad recaudadora y prestadora, un "banco de previsión social" estrictamente hablando. Es una entidad de la clase trabajadora por más que haya sido expropiada por el Estado. Y por último tenemos acá un ejemplo ilustrativo de lo que son "instancia económica" e "instancia política", y vemos perfectamente como funciona. Pero lo más notable es que CUALQUIER TRABAJADOR lo ve directamente porque está claramente ante sus ojos.

¿Deben los trabajadores ABSTENERSE DE LA POLÍTICA en el tema de la previsión social? O más claramente, las organizaciones de trabajadores concientes ¿DEBEN RENUNCIAR a esta herramienta política?

Voy a plantearlo más claramente todavía. Absteniéndose de participar en vez de participando de esta instancia política ¿se gana más o se pierde más, en términos de acción política? Ese es el problema concreto, las doctrinas al carajo.

Voy a dar mi posición sobre esto en otra nota. Ahora solo quise mostrar que este documento de la TCC aborda el problema desde una perspectiva equivocada.

Por supuesto que nuestra situación en este punto y en este día es terrible. Nuestros problemas son enormes, no cualquier herramienta nos servirá, pero no tenemos por qué descartar cualquier cosa de antemano. No vamos a hacer milagros, por más que queramos. Pero si no tenemos la altura para alcanzar las uvas, no hacemos nada diciendo que están verdes. No seamos nosotros los inmaduros.

 


 


 
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